Tuesday, August 30, 2011

Irene no sorprendio a mis vecinos


Las noticias anunciaban la llegada de Irene. Era bastante común ver las mismas imágenes rotando una y otra vez durante prolongadas horas en donde los reporteros parecían quedarse estáticos en los mismos charcos que ya se veían claramente rebosados sin ni siquiera haber llegado el tan esperado huracán.

En mi casa decidimos tomar todas las medidas necesarias, y digo todas porque lo único que nos faltó fue parar los colchones al lado de las ventanas de manera que el viento no pudiera ingresar. Enlatados, cobijas, cinta en las ventanas, linternas y un radio nos bastó para por lo menos sentirnos algo seguros.

Después de que no encontramos nada más para hacer en casa, nos dispusimos a caminar un poco en los alrededores, y, vaya sorpresa la que nos encontramos. Mis vecinos también estaban preparándose, y de qué manera!

Apenas habíamos dado un par de pasos cuando se hizo evidente la preocupación de uno de mis vecinos por contener el agua que podía infiltrarse en su garaje. Fue una gran idea para ser sinceros, pero esperábamos casi 12 pulgadas de lluvia para esa noche, por lo que estaba ansiosa por saber que tan efectivo habría sido el invento al otro día.

Con solo ver una esquinita de la parte inferior izquierda medio abierta, me provocaba coger un pedacito de papel y hacer una cuña para que por lo menos su trabajo valiera en algo la pena. 

Continuando con el recorrido, la creatividad seguía desbordando mi vecindario. Pensábamos que tal vez debían seguir ocurriendo eventualidades como estas, así podemos retar las mentes artísticas de nuestros vecinos.

Uno de ellos superó todas nuestras expectativas, llegamos a pensar que como él no habría otro en nuestros alrededores.

Con toda la delicadeza con la que una cortina de baño debe ser instalada en cualquier casa común, nuestro vecino se tomó el trabajo de darle frente a Irene y alejarla de su puerta con esta novedosa forma de evitar que la lluvia entrara por su puerta.

Tal vez imaginó que la lluvia iba a caer en un solo sentido, y que los vientos de casi 65 m/h eran solo rumores de los meteorólogos. Nunca supe  finalmente que paso con la cortina, ojala haya retornado sana y salva a su lugar de origen, el baño, y lo mejor sin un rasguño. 

Ante nuestra sorpresa por no haber pensado en ideas como estas para nuestra casa, decidimos seguir caminando para ver si podíamos desmoralizarnos un poco más.

Finalmente y solo unos cuantos metros de distancia, en una casa demostraron su preocupación por conservar la planta más importante de su jardín. Envuelta en plástico y con unos cuantos orificios para que pudiera “Respirar”, ataron con el mayor cuidado una pequeña cuerda alrededor de manera que no se lastimaran sus ramas. Tal vez Irene sería igual de cuidadosa a su dueño y solo esas ramitas inferiores que olvidaron envolver fueran las victimas de su furia.

Por fortuna nuestra área no se vio fuertemente afectada por la tormenta tropical a la que finalmente fue degradada Irene. Solo esperemos que ante la diversidad climática a la que estamos sujetos los New Yorkinos  ese sentido práctico por el cuidado de nuestra propiedad nunca se pierda, inclusive en momentos donde los cielos nos toman por sorpresa.

Tuesday, August 23, 2011

La costa este y yo nos estremecemos


El día se encuentra despejado. Ningún presagio de lluvia es anunciado. Son aproximadamente la 1:52 pm del día martes 23 de agosto y la calma parece alejarse.

Me encuentro sentada en frente de mi computadora cuando de pronto siento como mi silla se mueve.  Trato de darle una razón lógica a este hecho, me imagino que tal vez uno de los aviones que tantas veces parece tocar mi techo ha bajado lo suficiente para estremecer mi habitación, pero no es así. Solo unos segundos más tarde me volteo para mirar alrededor y veo como muchos de los objetos se mueven indiscriminadamente de lugar.

Me asusto, luego me paro, la verdad es que no sabía hacia dónde dirigirme. Envío un mensaje a través del chat de Facebook el cual tenía abierto para ese momento, creo que lo único que tenía en mente para ese instante era mandar una última señal de vida, bueno tal vez exagero, solo quería asegurarme de que alguien supiera lo que estaba ocurriendo, lo cual era una idea ilusa ya que New York completo ya tenía conocimiento.

Me dirijo a la calle, por fin conozco a mis vecinos, creo que este tipo de emergencias son la única manera de saber quienes habitan unas paredes más adelante.

Veo asiáticos, hindús y a una colombiana que sostiene a su pequeño perro. Ella se dirige a mí, me pregunta que si sentí el temblor, evidentemente lo sentí de lo contrario no estaría en medio de la calle con la primera muda de ropa que encontré en mi armario.

Regreso a mi casa para saber que fue exactamente lo que ocurrió. Las noticias anuncian un temblor de 5.8 grados con epicentro localizado en Virginia que se sintió en varios de los estados aledaños, incluso en ciudades como Toronto- Canadá donde fueron registrados algunos movimientos telúricos. 

Muchas fueron las razones lógicas que los New Yorkinos  trataron de darle al tema, la más destacada, la probabilidad de un ataque terrorista gracias a la proximidad de la conmemoración de los 10 años del ataque a las torres gemelas, lugar conocido en la actualidad como “Zona Cero”.

Solo bastaron 9 segundos, segundos más que suficientes para que la costa este y yo alcanzáramos a estremecernos ante la ausencia de movimientos como este en más de 100 años.

Tuesday, August 16, 2011

La Conchita de la Casa Blanca


Son las 1:10 y “Conchita”’ como es conocida por muchos se encuentra en medio de los turistas que la rodean bajo un sol extenuante de 88 F. Ella no posa, ni siquiera dirige su mirada a los lentes que se concentran en capturar su pacífica protesta, ella simplemente mantiene su mirada fija a la poderosa mansión blanca que se encuentra justo en frente suyo.

Su verdadero nombre es Concepción Martín de Picciotto, nacida en España y nacionalizada en los Estados Unidos hace ya algunos años. Desde el 1 de agosto de 1981 y a sus 66 años esta mujer ha mantenido una lucha incesable para lograr que USA, uno de los países con mayor inversión en armamento en el mundo, retire su indumentaria nuclear y detenga todo tipo de explotación en busca de recursos naturales en países de América y el Medio Oriente.

En una carta abierta dirigida al presidente de España Felipe Gonzales durante su periodo de gobierno entre 1982 y 1996 Conchita dice: “Procuro mantener una protesta permanente con el fin de despertar al mundo que pasa por esta área a sacar fotografías de la Casa Blanca. Trato de hacer entender a la gente que no podemos vivir en continua amenaza nuclear mundial que significaría el fin de la humanidad… Estoy aquí en función de LA PAZ, y al fin y al cabo no hay nada más importantes…”

Y así lo hace. En un pequeño tugurio construido a base de unos cuantos palos de madera, Concepción exhibe una muestra de carteles dentro de los que se encuentran: Un montaje del ex presidente  George Bush como muestra de ser un peligro mundial, impactantes imágenes de niños muriendo de hambre, y varios avisos en ingles expresando su repudio ante las acciones del gobierno americano.
Al momento de preguntarle a Conchita hasta cuando seguirá esta lucha ella nos contesto: “Hasta que USA comprenda que nos está destruyendo, que no puede acabar con los recursos que nos pertenecen tanto en el sur como en el oriente”. No supe qué decirle y lo único que hice fue acentuar con la cabeza un sí dudoso. Tal vez me abrumó la valentía de sus palabras o simplemente la desazón de una lucha carente de resultados más no de valor y optimismo.

Mientras seguimos dándole una lectura apresurada a los avisos, una silueta frágil se mueve con serenidad en medio de mensajes de protesta, parece verificar que cada pertenencia este en su lugar. Solo después de unos cuantos minutos vuelve a ocupar ese asiento, ese lugar que ha sido testigo de abusos, humillaciones e insultos de quienes perciben su labor como algo indigno

Hasta ahora ninguno de los 5 mandatarios que han habitado los pasillos de la Casa Blanca se ha percatado de esta silenciosa vecina que durante  las últimas tres décadas ha matizado el  paisaje que atraviesa esas enormes ventanas. Parecen estar muy ocupados para preocuparse por una lucha como la de ella y así como lo afirmó para la revista Toledo en el año 1988 siguen surgiendo injusticias como estas: “Imagínese”, dice ella “Yo he visto personas morirse de frío en este parque justo en frente de la casa del hombre más poderoso del mundo”

Conchita guarda en una pequeña cajita a la vista de todos copias de la información documentada que a lo largo de 30 anos muchos han plasmado en la tinta y el papel. Yo me uno a ellos, a esa vaga expresión que nos lleva a ocultarnos tras las letras, a esa débil voz que brilla por sus argumentos pero que se pierde en el olvido por la falta de sus actos.

Saturday, August 13, 2011

Deporte y maltrato no se mezclan


Hace unos días la senadora conservadora Liliana Rendón se unió a la polémico debate del ex entrenador  de la selección Colombiana de mayores “ El Bolillo Gómez” con fuertes e inquietantes declaraciones sobre las actuaciones ocurridas en un bar de la ciudad de Bogotá, en donde Hernán Darío agredió físicamente a una mujer que supuestamente lo estaba ofendiendo verbalmente.

De acuerdo a las declaraciones de Liliana, el debate alrededor de esta polémica tendrá importantes implicaciones para la mujer y el deporte, pero  ¿Es que acaso maltrato y profesionalismo deportivo van ligados? . Me permito aclarar estos dos términos que tienen poco o nada en común.

El fútbol ha sido y seguirá siendo prioridad para muchos aficionados, inclusive cautiva más corazones de los que todas las mujeres podríamos cautivar en tan solo 90 minutos sin contar los “minutos extra”. A veces surgen agresiones físicas que dependiendo del árbitro de turno pueden ser sancionadas o no, aunque todo indica dentro del reglamento deben ser sancionadas si se ven a tiempo. Todo es muy justo dentro del campo de juego.

Por otra parte la justicia se aplica en algunos casos con severidad y en otros por el contrario no. Ahora la pregunta es: ¿ Puede ponerse el maltrato físico a la mujer al nivel de las normativas del campo de juego?.  Son dos terrenos diferentes y por ende no deben ser vistos dentro de la misma categoría.

El fútbol más allá de las pasiones que pueda generar sigue siendo un juego, manejado con profesionalismo, pero siempre será conocido con esa connotación, así que ¿Podríamos rebajar de categoría el irrespeto a la mujer hasta convertirlo en algo propio de un juego?, la respuesta más indicada sería no, pero al parecer en términos de la Sra. Rendón la balanza se inclina a justificar esta acción fuera de lugar. 

Sí, aunque reconozco que los medios le han prestado mucha atención al caso “Bolillo” existiendo muchos otros que se encuentran gozando del beneficio inconsciente de la impunidad,  pienso que Liliana optó por tomar el mismo camino que Hernán Darío deformando su imagen como figura pública ante la inminente falta de sentido común ante la falta.

Esperemos que la senadora pueda cautivar de nuevo no solo a la bancada femenina detractora de su propuesta en el congreso que pretende exonerar a Hernán de su culpa, sino también a las votantes que en algún momento fueron parte de su juego político, y que ahora se encuentran poco impresionadas  ante semejante expresión de afecto por parte de la senadora.