Hace un par de días conseguimos un par de boletos para asistir un juego de béisbol entre los Mets, el equipo local del condado de Queens- New York, contra los National de Washington en el remodelado estadio de City Field ubicado a unas millas del aeropuerto La Guardia.
Era mi primer partido de béisbol así que procuré aprender un poco más sobre la técnica del juego antes de ingresar al estadio y pasar una vergüenza. Lo malo fue que tuve la idea de aprender faltando apenas 15 minutos para iniciar el partido. “El pitcher lanza la pelota, pero antes el catcher le hace un par de señas, luego el jugador roba una base y después puede que realice la carrera”, me explicaban mientras asentaba con mi cabeza un sí dudoso.
Llegamos al estadio con buen tiempo donde ingresamos después de un chequeo de seguridad. Ya adentro el ambiente se modificaba, sentíamos como la cultura americana se apoderaba de nosotros, creo que solo nos falto comprar una manito de plástico con los colores naranja y azul característicos del equipo.Una mujer se nos acercó, traía una cámara y como yo estaba apenas estrenando la mía la hice retroceder en señal de que no queríamos fotos, ella me miró algo asustada y nos dijo que era para la página web oficial de lo Mets, fue la única cámara a la que deje que mis acompañantes le posáran.
Después de unos minutos encontramos nuestros asientos donde la magnífica vista del campo de juego se abría en frente nuestro.
Ya acomodados la voz del presentador sonó por el altoparlante, anunciaba que en pocos minutos le daríamos inicio al juego, mientras tanto yo repasaba lo que me habían enseñado minutos antes. Finalmente comenzó, nos emocionamos, después de un par de entradas y el marcador cero a cero la emoción ya no era tanta, lo único que hacíamos era esperar a los intermedios del juego para que el presentador animara a la audiencia.
Fueron muy creativas las ideas que utilizaron para animar al público. Primero realizaron preguntas de selección múltiple entre algunos fanáticos para ganar boletos, luego planearon un juego entre dos líneas de asientos donde los primeros que hacían llegar 5 cajas de pizza de un lado al otro ganarían una pizza gratis y luego llegó mi favorita, el corazón en la pantalla.
La cámara trataba de buscar parejas dentro del público para que al momento de ser capturadas se dieran un beso enfrente de toda la audiencia. Lastimosamente las víctimas del invento fueron algo extrañas, y digo lastimosamente solo por ellos, por que el resto del estadio disfruto de sus imágenes.
La primera era una pareja de ancianos. Al principio parecían tiernos, pero después del susto de sus rostros nos dieron a entender que habían pasado muchos partidos para volver a darse un beso. Luego una pareja joven, también asustados por lo poco conveniente del momento procedieron a darse el beso, lo que no esperaban era que la cámara continuaba filmándolos y sus gestos de remordimiento se hicieron evidentes, creo que lo último que quería era que los vieran en casa.El juego finalizó con 2 carreras a favor del invitado y con 0 del local, pero aunque el desanimó se notaba entre la multitud que poco a poco abandonaba el estadio, nosotros por el contrario parecíamos haberlo disfrutado. Fue la única vez que agradecí no saber mucho sobre béisbol, de lo contrario hubiera destruido la manito de colores del equipo local, en caso de que la hubiera comprado claro está.
